martes, 4 de diciembre de 2007

¿A donde vas, Nano?.


McLaren ha firmado una de sus peores campañas en su larga historia. Perder un campeonato en las últimas dos carreras, teniendo pilotos de lujo e incluso beneficiado con el espionaje a Ferrari. Y más beneficiado aún con la sanción impuesta por la FIA, que tranquilamente podría haberle sacado, también, los puntos a sus corredores.
Cuando Fernando Alonso fichó por McLaren, vi venir buenos años en la escudería británica. No solo por la calidad de sus pilotos (Alonso, bicampeón del mundo, Hamilton, de lo mejor en categorías inferiores) sino también porque parecía que el grupo de ingenieros logró dejar atrás todos aquellos problemas técnicos que sufrieron sus monoplazas durante estos años. Llegó la primera carrera de la temporada, en Melbourne, y ya empezé a notar una buena atmósfera dentro del entorno de McLaren. Sin embargo, con el paso de las carreras, fue creciendo la figura de, hasta el momento, piloto en segundo plano, Hamilton, lo que ciertamente le robó protagonismo al bicampeón del mundo y estrella irrefutable del proyecto 2007 de McLaren. A fin de cuentas, puntó en 15 de 17 carreras y le robó muchísima atención al asturiano.
Durante gran parte de la temporada, la FIA y el capo de la escudería, Ron Dennis, mostraron una postura a favor de Hamilton lo que llevó a que el asturiano se vea muy perjudicado en las desiciones de la directiva, y me parece que tampoco hace falta mostrar las mil y una operaciones llevadas a cabo por Ron que perjudicaron a Alonso.
En la recta final de la temporada, la cosa no podía ir peor. La relación Dennis-Alonso, rota en un 100% y la falta de unión entre los pilotos, llevó a que cada uno vaya hacia donde mejor le fuere, hasta que llegó un punto donde ya a Dennis se le hacía inocultable el favoritismo hacía Lewis Hamilton y la gran masa protectora que este tenía detrás, la FIA, que, en algunos casos, lo salvó de complicadas situaciones.
Yo considero un gravísimo error dejar ir al asturiano de la escudería y una ilimitada falta de respeto hacia Alonso, que no es solo un piloto de carreras sino un señor que tiene bajo su brazo dos campeonatos mundiales. Y no los ganó como los intentó ganar McLaren, es decir, fuera de las pistas. Los ganó quitándoselo de las manos nada más y nada menos que a Michael Schumacher, el mejor de todos los tiempos, quizá. Se merecía una mejor postura de la que le dieron en la escudería inglesa.
Para colmo, el futuro del asturiano sigue en el aire. Que Toyota, que Red Bull, que Renault e incluso ofertas más alejadas de la realidad como es Ferrari o BMW. Es increíble como a un piloto de su envergadura le cueste encontrar una escudería donde correr, teniendo a tantos candidatos a sus pies. Ahora, suena otro posible destino, uno conocido: renovar con McLaren. Esta propuesta me parece fuera de lugar, pero no incierta. Alonso es un chico listo y sabe que no tiene mejor propuesta que la de seguir en la escudería donde estaba. Ni Renault ni Red Bull superan a McLaren, por lo tanto no consideraría una propuesta fuera de lugar que Nano siga en este equipo, por lo menos un año mas. Sin embargo, parece ser difícil o imposible. Y más aún parece resolver la incógnita, ¿a donde vas, Nano?. Espero que no te tomes un año sabático por indecisión.

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